lunes, 20 de diciembre de 2010

La consumición de un don... el eclipse de la demencia... el fín de las vidas de papel...

Hermano, me dijiste una vez que tenías un amigo que había cambiado su personalidad… ¿En que te basas?

Bueno para comenzar, te diré lo que entiendo yo por personalidad. Es más te introduciré la consecuencia de la perdida de la personalidad original… Que, sin duda alguna, es cuando una persona pierde su esencia, se transforma y pierde, por tanto, todo lo que su antigua personalidad tenía… entre todo eso los dones.



¿En serio piensas que no? Mmm… Esta vez no sé cómo convencerte… Te contaré un caso del cual he concluido yo esa hipótesis, ¿Te parece? Bueno, esta persona poseía un don. Podía expresarlo todo simplemente con un papel y un bolígrafo, sinceramente me tenía maravillado. Eran frutos de su personalidad, tan públicos pero, a la vez, tan personales, tan inaccesibles… Solo si la conocías, aunque fuera un poco, podías sacar algunos datos de aquel tapiz tejido con letras. Era su vida, le encantaba plasmar sus sentimientos en un papel, le ayudaba a desahogarse o a disfrutarlos… Pero esa persona comenzó a cambiar, sí… comenzó a perder ese don. Ya no podía expresarse como antes, de hecho aún no puede… ha perdido su esencia, ha perdido su “demencia escritora”…



El ir cambiando y perdiendo todo lo que quedaba de ella, le ocasiona problemas… es obvio estas destrozando el árbol donde reposa tu ser… Destrozas tus cimientos, rompes tus pilares… deshaces tu yo original, obviamente eso crea “turbulencias” dentro de ti. Te hace dudar de todo cuanto te rodea, los problemas te parecen aún más pesados… Y es que, te estás desestabilizando estás germinando en ti algo que no es tuyo, y eso consume tu energía... Como un tumor, se extiende como un cáncer y no te permite pensar con claridad. Su vía de escape, bueno, una de sus vías de escape y ahora todo se acumula dentro de ella, marchitándola… no permitiendo que brille…



No hermano, como ya te he dicho antes, no estoy seguro. Es más como ya te mencioné antes se trata de una hipótesis. Sabía que te darías cuenta… “Demencia escritora”, uno de los frutos de su don, su máxima expresión de lo que es ella… ya no queda nada, la pierde al igual que pierde su esencia… ha perdido el olor del frasco de hierbabuena, el olor a vainilla… las “vidas de papel", aquellos papeles a los que ella daba vida, les daba un significado... los llenaba de sentimientos...ahora ya no puede.




¿Qué? A ver, obviamente todo tiene un sentido muy metafórico. Claro que una persona cuando cambia su personalidad pierde su esencia, pero hablamos del tronco de lo que es realmente la personalidad, las ramificaciones, las hojas y los frutos de ese árbol claro que puedes cambiarlos… Puedes digamos… mejorar, embellecer tu árbol… transformarlo en algo totalmente nuevo… Sabía que me interrumpirías aquí. De acuerdo, no me expresado con claridad… puedes transformarlo en algo nuevo conservando el tronco… puedes pulir tu personalidad, madurar. Ahora sí, ¿Verdad?



Bueno, creo que pronto tendré que cenar… y por lo tanto tu también. Concluiré esta explicación. Nunca cambies tu personalidad, te perderías a ti mismo… Busca explotar al máximo tus capacidades, busca la maduración, busca el cielo… pero siempre conservando tu esencia.

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