jueves, 30 de diciembre de 2010

Cigarrito


              He llegado a un punto en el que no puedo volver atrás. Tengo que tomar una decisión, al igual que la tome aquel maldito día. Aquel día que pensé había tomado la mejor decisión de mi vida… aquel día que me creí el hombre más afortunado… No ha sido más que una caída hacía un abismo, donde al fin me he encontrado a mí mismo. Ahora puedo subir, ahora que ya se quien soy…

              Mi felicidad se consumía al igual que un cigarrito, dando un placer y una felicidad inigualables, pero acabas dándote cuenta que era simplemente eso… un segundo en este camino. Bueno, ciertamente no es eso lo que yo pienso… te mentiría hermano, aunque también te estaría mintiendo si dijera que no lo pienso. ¿Confuso? Para nada, me he fumado este cigarrito demasiado rápido, y al final me he quedado sin nada. Al final siempre se reduce a eso. A mi impaciencia, a mi impulsividad...

               Por culpa de eso, he perdido posiblemente a la mujer que más me ha amado, por ahora, en el mundo. También es cierto que si no la hubiera dejado por ella, habría sido por otro motivo, no me terminaba de llenar… Pero, siempre le agradeceré la forma de quererme. Me ha enseñado que significa ser amado y a pesar de que ella ahora me odie… Me hubiera gustado conservarla, desgraciadamente no se puede tener todo lo que se quiere.

               Sí, no me gusta estar solo… Por eso busco algo donde apoyarme. Tengo que acostumbrarme a estar solo, no porque lo quiera. Tampoco porque me vaya a pasar mi vida siendo alguien solitario… A veces necesitamos estar solos para darnos cuenta de que necesitamos realmente. Estando durante este tiempo solo, me he dado cuenta de que no es ella… Ciertamente se aproxima muchísimo a mi ideal… Pero nada más lejos, se aproxima… Aquello que yo creía mi luna, no es más que un reflejo de lo que realmente busco. Me hubiera gustado vivir en un sueño… me hubiera gustado vivir en ese sueño… Pero todo lo irreal se acaba esfumando, aquel sol de invierno se ha apagado… Y ahora ante la noche, me encuentro solo y desamparado.

                No, no estoy solo y nunca lo he estado. Simplemente tengo que dejar de depender de los demás y sus opiniones. Yo soy yo, y soy el único que tiene derecho a elegir sobre mí. Sí, ese es mi problema, desde hace muchísimo tiempo… El miedo a estar solo, la noche no indica soledad. Indica paz, descanso, tranquilidad… No estoy mal, porque sería exagerar demasiado. Me encuentro confuso, nunca he estado tanto tiempo solo… no desde hace unos años. Empecé una carrera en la cual siempre tenía que estar acompañado… me enganche a enamorarme, al amor… me gustaba esa sensación. Necesitaba estar con alguien porque me había vuelto dependiente de la compañía e incluso sacaba conclusiones precipitadas acerca de la soledad… La soledad no es un castigo, ni tampoco un martirio… es un espacio para pararte a pensar, mirar atrás… ver como se aleja el humo de ese cigarrito, ver como conforme pasa los segundos se disipa ese humo, es que antes te ahogaba y te hacía pensar que no querías seguir adelante, desaparece. He tropezado con una piedra y me he caído… Hasta ahora pensaba que levantarme era volver con ella. Realmente estaba obcecado en ello, hasta el punto de pensar que no puedo vivir sin ella… no es imprescindible, al menos, ahora para mí no lo es. Algún día llegará esa mujer que me vuelva loco, esa mujer que cada palabra que diga, cada letra… resuene en mi cabeza constantemente… que teniéndola a ella no tenga la curiosidad de mirar a las otras… hasta entonces, no me quedaré quieto, no está en mi naturaleza. Sé que ella me buscará a mí, pero yo también la estaré buscando… estaré buscando a aquella que realmente sea para mí imprescindible… estaré buscando esa melodía, ese solo de guitarra que me ponga la carne de gallina cuando lo escuche... ese escalofrío...

¿Cómo dices? ¿Qué que necesito ahora?... Un cigarrito.

0 comentarios:

Publicar un comentario